miércoles, 13 de octubre de 2010

USO DE LOS TIEMPOS VERBALES EN LA NARRACIÓN

Un alumno copió (mal) este texto, y en su apuro cometió varios errores en los tiempos verbales. Resaltar los errores usando la herramienta resaltador, de la barra de formato, y agregar al lado de cada error el verbo en el tiempo correcto. Luego, con un buscador (utilizando el operador lógico “comillas”) averiguar el título y autor de la obra a la que pertenece este fragmento, y aclararlo en una nota bibliográfica al pie.



La candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía que no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo, noto que las carteleras de fierro de la Plaza Constitución habían renovado no sé qué aviso de cigarrillos rubios; el hecho me duele, pues comprendí que el incesante y vasto universo ya se apartaba de ella y que ese cambio es el primero de una serie infinita. Cambiará el universo pero yo no, pienso con melancólica vanidad; alguna vez, lo sé, mi vana devoción la hubo exasperado; muerta, yo podía consagrarme a su memoria, sin esperanza, pero también sin humillación. Consideré que el 30 de abril era su cumpleaños; haber visitado ese día la casa la calle Garay para saludar a su padre y a Carlos Argentino Daneri, su primo hermano, era un acto cortés, irreprochable, tal vez ineludible. De nuevo aguardaría en el crepúsculo de la abarrotada salita, de nuevo estudiara las circunstancias de sus muchos retratos, Beatriz Viterbo, de perfil, en colores; Beatriz, con antifaz, en los carnavales de 1921; la primera comunión de Beatriz; Beatriz, el día de su boda con Roberto Alessandri; Beatriz, poco después del divorcio, en un almuerzo del Club Hípico; Beatriz, en Quilmes, con Delia San Marco Porcel y Carlos Argentino; Beatriz, con el pekinés que le regaló Villegas Haedo; Beatriz, de frente y de tres cuartos, sonriendo; la mano en el mentón... No estuviera obligado, como otras veces, a justificar mi presencia con módicas ofrendas de libros: libros cuyas páginas, finalmente, aprendí a cortar, para no comprobar, meses después, que están intactos.

Fecha de entrega:15 de octubre de 2010.

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